2020 el año de la COVID-19

Voy a reflejar como se vivió el comienzo de la pandemia, como instituciones y gobierno nos manipularon y generaron por ello la ola de negacionismo,

Las primeras noticias

Antes de nada pongamos una situación, el coronavirus SARS-CoV-2 es el causante de la enfermedad COVID-19, generado en china en la provincia de Hubei, en concreto en su capital Wuhan, fue detectado por primera vez en diciembre del 2019 aunque revisado en retrospectiva se cree que los primeros contagios fueron en noviembre.
Las noticias de la epidemia aparecieron en occidente en enero del 2020 y sobre finales de ese mes el gobierno chino decreto una cuarentena estricta en la provincia y en las zonas del país. En occidente y particularmente en Europa se veía el problema muy lejano  aunque la OMS (Organización Mundial de la Salud) advertía del peligro de pandemia ya por entonces. Ya había pasado con otras alertas de la OMS que al final pasaron con muy poca repercusión SARS (2002), Gripe A (2009), MERS (2012), por lo que las noticias de la preocupante evolución de la situación en China y países vecinos se tomaban con distanciamiento en España, las autoridades sanitarias con Fernando Simón (Director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias) como máximo responsable y autoridades políticas tanto nacionales, autonómicas y locales minusvaloraban el peligro. Esto se vio cuando compañías internacionales como Samsung o Facebook se borraron del Mobile World Congress que se debía celebrar en febrero en Barcelona, la reacción en España fue propagar la idea que era injustificable la decisión de dichas compañias. Noticia en prensa.






Mientras a la población se le decía que la situación estaba controlada y que no había porque preocuparse, en ámbitos sanitarios se informaba de forma diferente como más tarde conocimos. Podéis descargar aquí el informe que se distribuyó o consulta el enlace original:

El doctor Sanagustín lo comentó en youtube.




El informe esta fechado el 10 de febrero, pero la población seguía sumida en la ignorancia mientras veíamos como en Italia sobre el 22 de febrero 10 municipios con unos 50000 habitantes estaban aislados por covid-19, hay un dicho popular que dice: "cuando las barbas de tu vecino veas cortar... pon las tuyas a remojar". Pero aquí se optó por mirar a otro lado, quizás intereses políticos primaron ante la cercanía del 8 de Marzo, el gobierno estaba compuesto por los partidos de "izquierdas" PSOE y Unidas Podemos, este último con un gran discurso feminista que gran parte de su electorado esperaba la manifestación para reivindicase. 




Encerrados en casa

El 14 de marzo se decreta el estado de alarma y el confinamiento domiciliario para la población española. Pasamos de "nuestro sistema sanitario es de los mejores del mundo" en febrero, "que el virus no nos pare" el 8 de marzo  a menos de una semana después no poder salir de casa, y solo abrir los servicios esenciales. El caos que se produjo fue histórico, los supermercados quedaron desabastecidos por la horda compradora que hubo y que dejo durante unos días desabastecido en algunos productos.

Nuestro sistemas sanitario estaba colapsado, médicos, enfermeros, celadores,... trabajaban sin EPIs (Equipo de Prevención Individual) apropiados lo que determinó que fueran el sector clínico con más contagios de Europa, así lo percibió los españoles que salieron durante meses a aplaudir en los balcones a las 20:00h.
Si no había EPIs para los sanitarios, tampoco se encontraban mascarillas ni gel hidroalcohólico para la ciudadanía y cuando aparecían se agotaban rápidamente y el precio decuplicaba su precio normal.

Una competición internacional para conseguir suministros sanitarios y pruebas PCRs de lo que se aprovecharon estafadores sin escrúpulos.

Economía vs Salud

En cuanto la curva de los contagios comenzó a bajar se desató una confrontación entre autonomías y gobierno central para realizar la desescalada. El gobierno de la nación creo unas normas para pasar de fase que al final se relajaron, en un país fundamentalmente turístico había  que salvar el verano. Para ello se abrieron fronteras sin necesidad de ningún requisito. Resultado la llegada de la segunda ola en septiembre y no se  cumplieron los objetivos pues la población europea  tenía miedo de visitar España por que sus políticos lo desaconsejaban y por la desastrosa gestión publica, recuérdese que España fue de los países europeos con mas contagiados y muertos por millón de habitantes. 

Contrasta como se administró la pandemia en occidente y en China. Mientras que en el país asiatico el confinamiento no se levantaba hasta que no hubiese dos semanas sin contagios, se cerró las fronteras (se restringieron los accesos al país y se obligaba a una cuarentena) y ante brotes re realizaban confinamientos locales y 

Las olas que los políticos no quisieron ver

España depende mucho del turismo y en un momento de parálisis industrial perder también esta fuente de ingresos  era catastrófico pero menos que la solución adoptada.
Al llegar el verano se levantó el confinamiento y se apremió a los turistas a viajar a España sin ningún tipo de control ni barrera. Los gobiernos desaconsejaban viajar a nuestro país al ver la mala gestión realizada y la falta de garantías.
Era curioso que mientras se esperaba la asistencia de turistas un algunas autonomías se pedía a sus ciudadanos que realizaran un confinamiento voluntario... un despropósito.
Y así se llegó a septiembre montados en la segunda ola y sin los deberes hechos... lo que provocó cierre de la hostería y confinamiento municipal. El ejemplo más claro de la deorganización fue como en Cataluña algunas escuelas y institutos pidieron seguir con la enseñanza a distancia cuando comenzara el nuevo curso pero le fueron denegadas las peticiones para tener que improvisar en octubre y mandar a los alumnos a sus casas.

El año terminó con las primeras vacunaciones en europa y otro fallido intento de salvar la navidad,

Comentarios

Entradas populares de este blog

Nueva York. Abril 2018 (III)

Museo de Historia de la Inmigración de Cataluña

Ciudadanos y Podemos partidos políticos en agonía